La donación de sangre constituye una de las acciones más nobles y humanas que pudiera realizar una persona, más sin son jóvenes estudiantes quienes solidarizados con la vida y la salud, forman parte de este equipo de grandes y valientes Hombres.
Como persona y como periodista no pude dejar de entrevistarlo, pues fue sorprendente para mí, su valentía y decisión, tal vez, mintió al decir que no sentía miedo, pero su rostro afirmaba lo que me decía.
“Desde los 18 años dono sangre, la primera vez sentí un poco de temor pues no sabía como era el proceso, pero ya estoy acostumbrado, para mí es algo normal, me satisface, sé que con mi aporte estoy salvando vidas ”, dice orgulloso.
Increíble ver como con su mediana estura y fresco rostro brindaba su brazo con gran coraje, mientras la enfermera le canalizaba la vena y comenzaba el proceso.
Este joven se sumó a la noble acción que realizaron alrededor de 50 estudiantes de este centro como parte de las actividades del Festival Universitario del Libro y la Lectura (FULL) que desde ayer se desarrolla en la provincia santiaguera, y en conmemoración al 17 de noviembre, Día Internacional de los Estudiantes.
El Dr. José Fong Pérez, quien estaba al frente de la actividad me explicaba que los donantes son sometidos primeramente a una predonación, donde se determina si están aptos o no.
“Se realizan dos determinaciones, la hemoglobina que es la que indica la calidad de la sangre, y los grupos sanguíneos. También comprobamos los signos vitales como tensión y pulso, además del interrogatorio clínico sobre las enfermedades padecidas y el estado de salud en general”, dice.
La vida de muchas personas, a veces está en “las manos” de desconocidos, de quienes como José Luís, “cierran los ojos” y dejan brotar algunos gramos de sangre, con una mezcla de amor y solidaridad con la salud humana.
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