LILIET MORENO SALAS
La lucha por preservar y respetar el medio ambiente se hace cada vez más imperiosa en todas partes del mundo, por lo que Organización de las Naciones Unidas trabaja en aras de lograr un desarrollo sostenible.
En Santiago de Cuba, debido al periodo especial que sufrimos los cubanos durantes largos años desde la década del 90, se perdió la cultura de la recogida de aceite usado, combustible altamente peligroso para el medio ambiente y para los seres humanos, vertiéndose en lugares no apropiados.
Desde hace más de un año, se implementó nuevamente su recogida por la Empresa Comercializadora de Combustible (ECC), teniendo como principal objetivo, disminuir el impacto negativo que ocasiona al ecosistema.
El aceite usado es el combustible que producto a su utilización, pierde sus propiedades y adquiere sustancias nocivas como partículas de metales pesados y residuos de aditivos, que lo convierten en un desecho peligroso, inadecuado para lo que se concibió, o sea, aceite lubricante para evitar la fricción de las piezas de los motores, entre otros usos.
El peligroso combustible es utilizado actualmente en los hornos de fabricación de cemento donde se mezcla con fuel-oil (petróleo) y en los de cerámicas, sustituyendo al Diesel, y quemados a más de 800 grados Celsius, temperatura autorizada por el CITMA.
Santiago de Cuba cuenta con cinco grandes generadores: MINBAS, MITRANS, MINAGRI, MICONS, MINAZ, los que generan y almacenan más de mil litros mensuales, el que de no utilizarse correctamente, puede ocasionar daños no solo al medio ambiente sino también a la salud humana, pues una gota puede contaminar alrededor de 5 000 litros de agua, y de verterse en el suelo provoca la infertilidad de los mismos.
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